Antojos en cualquier momento del día, gaseosas, recargas extras de celular, objetos que compramos porque nos llamaron la atención visualmente, pero que no necesitamos, domicilios, transportes para trayectos cortos que no hacemos por pereza.

Estos son algunos ejemplos de los “gastos hormiga”, compras que aparentemente son pequeñas pero que al ser cotidianas representan un gasto considerable.

En Vitas queremos que conozcas este tipo de gastos para que los conviertas en una oportunidad de ahorro.

 

 

Aquí te contamos algunas recomendaciones para disminuir algunos de estos gastos

 

 

– Auto conocerse es la primera recomendación

 

La primera recomendación que te sugerimos, es que hagas un ejercicio de autoanálisis donde identifiques cuales de estos gastos representan para ti un beneficio, cuales  contribuyen al cuidado de tu salud o simplemente cuales verdaderamente  son innecesarios.

Este ejercicio nos hará caer en la cuenta de algunos excesos, permitiéndonos una oportunidad de ahorro importante.

 

 

– Sé tu propio contador

 

Queremos proponerte que elijas una libreta, o un cuadro de Excel donde lleves tu propia contabilidad, es importante que escribas todos aquellos gastos inferiores a 20.000 pesos.

De esta forma ya no existirá la famosa frase: “en qué me gaste esta plata”, por el contrario llevarás un control de tu propia economía.

 

 

– Elabora un presupuesto

 

Una increíble recomendación es que a principios de mes, organices un presupuesto, es decir un plan de tu propia economía.

 

Allí debes plasmar tus deudas, cuentas pendientes, pagos mensuales, así podrás tener claro cuál es el presupuesto que tienes disponible. Así podrás planear lo que quieras, pero con claridad.

 

 

¿Te gustaría aprender a hacer tu propio presupuesto?

 

 

¡Desde Comfama te contamos cómo hacerlo!

 

Ingresa aquí

 

 

– ¡A tomar decisiones y acciones!

 

Identificar los gastos hormigas y, hacer el mapeo con los costos es muy importante, pero los verdaderos resultados provienen de las acciones.

Te proponemos tomar la decisión de disminuir aquellos gastos innecesarios, no se trata de cohibirse, se trata de visualizar estos gastos como una oportunidad de ahorro importante, para aquello que te hace feliz y te beneficia.

 

Tener una buena economía no se trata específicamente de tener mucho dinero, se trata de tener tranquilidad sobre las decisiones de compra que elegimos, gastarnos lo que de verdad podemos. Además de invertir en aquello que nos hace mejor nuestra vida.